El beso

📣 Aprovechando que la semana pasada fue el Día Internacional del Beso, nuestra compañera Aitana Martínez Arcos ha querido retomar la conexión lingüística que tanto nos caracteriza en Irazusta Comunicación.

El beso 👄, siendo el acto de amor por excelencia, también se rige por grados, como cualquier otro sustantivo, y deriva en diminutivos y aumentativos que, dependiendo de la comunidad autónoma a la que pertenezcas, son más comunes o usuales.

➡️ Así, añadiendo sufijos al lexema «bes-», la esencia de la familia léxica de «beso» y la médula espinal del conjunto de derivaciones sustantivas, enriquecemos su significado empequeñeciéndolo o agrandándolo. Aunque no tanto en sentimiento, sino más bien en tamaño figurado. Algunos ejemplos serían el besico navarro, el extremeño besino, el castellano besuco o el besillo andaluz. Asimismo, el besazo o el besote son más volubles en cuanto a costumbres de uso. 

❤️ Por otro lado, nos encontramos con dos verbos: besar y besuquear. El primero de carácter más general, sin quitarle valor, mientras que el segundo es más concreto, ya que el besuqueo requiere más de un beso. Por ello las personas besuconas no se conforman con solo uno, mientras que las personas besadas pueden haberse quedado con ganas.

💋 Los besos tienen hasta su propia onomatopeya: #muac. También simbolismos y refranes, pues no todo beso es puro en sentimiento. Recordemos el beso de Judas, el más oscuro representante de la traición.

😘 Sea como sea, en la mayoría de canciones, poemarios o cuadros, entre otras innumerables formas artísticas, el beso es símbolo de cariño, afecto y, sobre todo, amor. Ejemplo de ello lo son Besos, de El Canto del Loco, Coloquio maravillado, de #Neruda, que escribe “en un beso sabrás todo lo que he callado”, o las obras de Klimt, #Picasso o Rodin.

    De esta forma, a pesar de que «beso» sea un sustantivo común y contable, ¡los mejore besos, sin duda, son especiales e incalculables!